Las tres aldeas que forman el Couto Mixto son Rubiás, Meaus y Santiago que formaron un antiguo microestado independiente, entre el siglo XI y XIX, que no pertenecía ni al estado español ni portugués, y que se beneficiaba de una serie de privilegios para sus habitantes, entre los que destacaban no pagar impuestos, intercambiar ciertas mercancías sin tributos o la no obligatoriedad del servicio militar.
Además, el Couto Mixto tenía un autogobierno completamente democrático, algo excepcional durante la edad media, donde los acuerdos se realizaban en asambleas, y se ratificaban por medio de un juez y de tres Hombres de Acuerdo, que no son ni más ni menos que los representantes de cada una de las tres aldeas del Couto Mixto.
Los acuerdos resultantes se guardaban en un arca con tres llaves, estando cada llave en propiedad de cada Hombre de Acuerdo, por lo que sería preciso la presencia y confirmación de estos tres representantes para abrir el arca y cerrar los acuerdos.
El Camino Privilegiado, que era una ruta que unía el Couto Mixto con la localidad portuguesa de Tourém, situada a pocos kilómetros de allí. Esta ruta, aunque transcurría por lugares que no pertenecían al Couto Mixto, era de libre comercio, así que los guardias de la policía española o portuguesa no podían actuar sobre los ciudadanos del Couto Mixto que transitaban por este camino, de ahí su nombre de privilegiado.
Así como se podría decir que Santiago era la capital administrativa, Meaus era la capital financiera y donde se encontraba el único banco del estado, así como un gran número de comercios y una farmacia. Hoy en día apenas queda nada de esto, y lo único que nos delata este pasado son los agujeros por donde los centinelas sacaban las espingardas para proteger el dinero que se guardaba en el banco del Couto Mixto situado en Meaus.
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